LLORANDO SE QUEDÓ EL COTO...

En la casa de la playa,

casi estaba ya durmiendo,

cuando oigo cerca de mí,

lamentos que me trae el viento.

Asustada pregunté:

¿Quién llora con tanto duelo?

¡No los dejes que me maten!

- Oigo claro que me dicen –

Formo parte de tu vida...

Por favor no lo consientas...

Tu siempre fuiste mi amiga.

Me mirabas con cariño,

cada vez que paseabas...

 Yo, respondía con mi sombra,

cuando a la playa bajabas.

No consientas que me talen...

Del pinar, soy el antiguo

Yycuando sopla el "poniente",

en invierno doy mi abrigo.

Hago pared que no pasen

esos vientos de "levante"

y en veranos doy frescura,

junto con mi amigo el aire.

¿Qué interés oculto hay?

¿Quién puede beneficiarse?

¿Qué he hecho que así me tratan?

¿Por qué mi bosque deshacen?

Yo a la vez que él lloraba,

junto a los pinos del coto.

No podían ver mis ojos,

talar uno tras de otro.

Capataz... ¿Qué estás haciendo?

¿Por qué mi pinar destrozas?

¿Por qué tu pala de hierro...

Destruye esa rama hermosa?

Ellos rodean mi playa...

Han visto mucho estos pinos.

Saben de bellas historias

y de amantes son testigos.

¿No ves en algunos troncos,

dos corazones grabados?

¿No te mueven los amores...

para dejar de talarlos?

¡Solo pude salvar uno!

Aquel que era mi amigo.

Junto a mi verja quedó...

Desde entonces... yo lo mimo

!Que pena de mi pinar...!

No volverá a crecer otro...

El progreso, lo ha matado...

¡ Llorando se quedó el coto...!

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MARISÚ