CARTA A LA ENVIDIA DE LA HUMILDAD

 

¡ ENVIDIA… !

Me da “repeluz” hasta pronunciar tu nombre… Si fueses  consciente de todos los males que

eres capaz de hacer, posiblemente lo pensarías dos veces antes de tener ese horrible

sentimiento que la mayoría de las veces es la raíz de todos los males del mundo.

Por envidia se le despoja de dignidad a la persona honrada.

Por envidia se levantan falsos testimonios, hundiendo en el lodo a muchos de los que destacan

valientemente por meritos propios.

Por envidia se ponen “zancadillas” a compañeros confiados para arrebatarles sus puestos de

trabajo.

Por envidia se arremete contra un inocente, porque se le cree, posible causante de sombras.

El envidioso…

Envidia al pobre porque vive sin ataduras…

Envidia al rico porque puede disfrutar de todo

Envidia al bueno porque su bondad atrae a las personas

Envidia al malo porque se cree que su maldad le hace feliz

Envidia al inteligente porque lo cree superior a él

Envidia al necio porque piensa que es feliz en su ignorancia.

 

El envidioso siempre encuentra motivos de Envidia…

 

Ya sé que hoy se ríen de mí… de LA HUMILDAD…

Me dicen:

El humilde, cuando se agacha, se le ve… el fondo

El humilde jamás llegará lejos, porque lo pisaran por el camino.

El humilde será motivo de mofa y desprecio…

Tantas cosas dices tú de mi… “ENVIDIA”…

Pero, ¿sabes? me das pena porque mientras yo cierro mis ojos para dormir y gozar de

un descanso merecido, nada me lo impide, sin embargo a ti te sigue corroyendo tu sentimiento

y aún en sueño piensas en lo que otros son o tienen y tú no puedes alcanzar… Piensas en la

simpatía que despierta éste o aquél conocido y que tú no eres capaz de conseguir… Entonces

no descansas porque tus  sueños son, una y otra vez, maquinar la forma de robarle, de mala

manera, eso que es motivo de tú envidia.

Déjame con mi HUMILDAD… Puede que no llegue muy lejos entre un mundo de

“ENVIDIOSOS”… pero sí, entre aquellas personas de “buena voluntad” que, en definitiva,

serán las que “Poseerán la tierra”; porque la PAZ que erradicáis los envidiosos, triunfará un

día con todo su esplendor.

ENVIDIA… Recapacita y auto-destruyete antes de que te conviertas en una bomba

bacteriológica que azote a la humanidad.

Te lo aconseja…

“LA HUMILDAD”